Tras el cierre del astillero Brooklyn Naval, miles de neoyorquinos nativos y transeúntes acudieron en manada a las buhardillas y los almacenes que se quedaron vacantes. Como resultado, viejas tiendas de mecánica y mesas de trabajo rústicas se convirtieron en arte y, finalmente, una nueva tendencia en diseño de interior. La firma de diseño David Berridge Architect estudió este apartamento, que se enclava cómodamente en el tranquilo barrio de Brooklyn de Clinton Hill, y le dio un cambio de imagen. Paredes de ladrillo envejecido, vigas de metal fijadas a antiguas plantas de madera y alicatado del baño post-moderno son algunos de los elementos dignos de atención. En la pared alicatada del baño encontramos un lavabo de acero inoxidable con estructura de estilo retro y una jabonera integrada. La estructura interna de este almacén renovado se ha sometido a una profunda renovación, pero la combinación ecléctica de lo antiguo y lo nuevo prevalece.